Orestes soñó una noche con una persona que perdía constantemente las llaves de su hogar. No entendía como siempre desaparecían, como se escondían de su vista y aparecían en
el lugar menos indicado. El hombre que soñó Orestes llegó a pensar que las llaves le jugaban siempre una mala pasada por lo cual fue a un oscuro local perdido en el centro de la ciudad siempre despierta y consiguió un llavero extraño.
Le dijeron que con un poco de amor, el llavero cobraría vida.De esta manera comenzó con caricias y al poco tiempo el llavero desarrollo una boquita, por lo que decidió alimentarlo y enseñarle a hablar castellano. Con el pasar de los días, le aparecieron dos pequeñas extremidades y el hombre le enseño a caminar.
El llavero y su dueño entablaron una linda amistad. El hombre le mostró los misterios de la vida y el pequeño accesorio con vida aprendió a tener uso de su razón. Las llaves ya no se perdían.
Un día caminando por una calle descubrió en la vidriera de un comercio las ventajas de la fortuna y el éxito y escapó de su dueño.
Tiempo despúes el llavero se hizo famoso y ganó muchisimo dinero, mientras que el hombre lo único que pudo hacer fue cambiar la cerradura de su casa.
miércoles, 30 de enero de 2008
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