jueves, 31 de enero de 2008

Sueños

Cierto día Orestes dejó de soñar y preocupada se largó a caminar sin rumbo y hacia ningun lado por las calles de la ciudad siempre despierta. Pronto, se perdió entre la mulitud y esa misma turba la llevó a donde quería llegar, un callejón oscuro que culminaba en un local lúgubre y de aspecto abandonado. En la entrada habia un cartel magullado por el tiempo. Este decía: Sueños: compra, venta y canje. Orestes entró y se llevó una gran cantidad de éstos.
De regreso a su casa observó una tragedia automovilística en el cruce de dos avenidas muy transitadas, luego vio como una veintena de personas malgastaba su dinero con un llavero que hablaba y un hombre solitario que volvía cabizbajo a su hogar.
Se acostó a dormir haciendo uso de su compra. Orestes esa noche no soñó y durante una semana los sueños tampoco aparecieron.La úlitma noche sintió que despertaba dos veces.
Enojada e indignada volvió esa misma mañana al lugar a reclamar por el mal producto que le habían vendido. Al llegar no encontró ni el callejón oscuro ni el extraño local.
Orestes comprendió en ese momento que todo había sido un sueño.

Miradas

El dolor es un placer en la mirada de un sádico
El amor es un placer en la mirada de un amante
La muerte es un placer en la mirada de un suicida
La dualidad es un placer en la mirada de un esquizofrénico
La creatividad es un placer en la mirada de un artista
La libertad es un placer en la mirada de un preso
La hegemonía es un placer en la mirada de un dictador
El egoísmo es un placer en la mirada de un avaro
La grandeza es un placer en la mirada de un soberbio

miércoles, 30 de enero de 2008

El hombre solitario

Orestes caminaba por las calles de la ciudad siempre despierta y se cruzó con un hombre solitario y deprimido. Esa noche soñó con él. Soñó que el hombre llegaba a su casa solitaria y silenciosa, abría una lata de tomate y de ella salía un genio dispuesto a concederle un deseo.
- Pídeme una pero solo una cosa, yo lo haré realidad -.
- Quiero ser una hoja de otoño, así el viento en uno de sus vuelos me lleva con esa persona que tanto anhelo -.

El llavero (fábula infantil e inmadura)

Orestes soñó una noche con una persona que perdía constantemente las llaves de su hogar. No entendía como siempre desaparecían, como se escondían de su vista y aparecían en
el lugar menos indicado. El hombre que soñó Orestes llegó a pensar que las llaves le jugaban siempre una mala pasada por lo cual fue a un oscuro local perdido en el centro de la ciudad siempre despierta y consiguió un llavero extraño.
Le dijeron que con un poco de amor, el llavero cobraría vida.De esta manera comenzó con caricias y al poco tiempo el llavero desarrollo una boquita, por lo que decidió alimentarlo y enseñarle a hablar castellano. Con el pasar de los días, le aparecieron dos pequeñas extremidades y el hombre le enseño a caminar.
El llavero y su dueño entablaron una linda amistad. El hombre le mostró los misterios de la vida y el pequeño accesorio con vida aprendió a tener uso de su razón. Las llaves ya no se perdían.
Un día caminando por una calle descubrió en la vidriera de un comercio las ventajas de la fortuna y el éxito y escapó de su dueño.
Tiempo despúes el llavero se hizo famoso y ganó muchisimo dinero, mientras que el hombre lo único que pudo hacer fue cambiar la cerradura de su casa.

El semáforo genocida

Un día Orestes soñó con una ciudad siempre despierta y aturdida. Soñó también con el semáforo de un cruce de dos avenida muy transitadas. Imaginó en su mente adormecida que el aparato era un tanto distraído y un día marco el paso cuando no debía y que por su culpa murieron una gran cantidad de personas.
A causa del suceso, algunos familiares de las víctimas tomaron la disparatada decición de cambiar el semáforo por un pequeño monumento que recordara a quienes habían perecido aquel día trágico.
Tiempo después un conductor poco responsable estrelló su automóvil contra el monumento, llevándose así su vida al otro mundo junto con lo único que quedaba de aquel sémaforo, su memoria.

Escapar

Hoy ante un día como los otros, dejaré el mundo atrás, es el momento oportuno, perfecto, porque el cielo que nos cubre es hermoso y la vida será más maravillosa que nunca. Hay luz más allá de la colina, otra alternativa que sobre tu rostro talla la palabra amor. Será un sueño perdido en el tiempo y el espacio, una batahola de sonidos tocarán nuestra canción, la que guardamos en el cajón de los recuerdos latentes. Dejaras despertar al ángel adormecido que hay en ti y nos preocuparemos por develar los misterios que esconden nuestras almas...que no tienen mucho para contemplar pero sí para sentir.

El muerto de cera

Las funerarias parecen ser el único reducto para la innovación en un mundo vacío y carente de creatividad. Tal es el hecho de la implementación de teléfonos dentro de los cajones, que funcionan como un rápido aviso a los familiares, en caso de que el muerto reviva. Pero la nueva gran idea que ha gestado el círculo funerario es "El muerto de cera".
Más de un lector se sentirá indignado o sorprendido ante tanta estupidez, pero sus creadores están convencidos de su validez a lo que atribuyen una causa meramente espiritual.
Procederé entonces a explicar cómo funciona.
Una vez contratado el servicio, se procede a hacer una figura en cera del cuerpo de quien ha perdido la vida, siendo extremadamente puntilloso con cada detalle que pueda tener éste. Se le agrega una mueca de tranquilidad a su rostro y se lo rocía con un líquido a base de carne en mal estado y desodorante de jazmín, intentando simular el hedor a descomposición común en los cadáveres mezclado con el perfume que no lo llega a tapar del todo bien.
Luego se avisa a la familia y a sus mas allegados para que velen por última vez el cuerpo real del difunto y posteriormente se lo cambia por el falso.
En este momento hace su entrada la "otra gente". Parientes más distantes, amigos que van para cumplir ( y en ciertas ocasiones para comer o encontrar su media naranja), conocidos de un conocido del muerto, vecinos, ebrios, colados.
Como es habitual, comienzan a sentirse murmullos ( "porque él antes negociaba con", "se lo vio en condición sospechosa en", "se acostaba con", "me debía dinero de"), el ebrio que probablemente esté mal ubicado o sobre el cajón, la vecina, que renegaba de él cuando estaba vivo y que ahora llora desconsolada, en fin, todo tipo de cosas que afectarían la tranquilidad del difunto.
Causa por la cual se creo "El muerto de cera", para evitar todo tipo de "malas energías" que corrompan su camino al más allá, de ahí su carácter espiritual.
Para concluir, debo decirle al lector que no sé si da resultado. Sólo puedo pensar que el epitafio lucirá un digno y auténtico "que en paz descanse".